Hoy quiero hablar de Berthe Morisot. Por si no la conocías, fue la primera mujer que participó en el famoso grupo de los pintores impresionistas. Nació en 1841 en Francia, en una familia acomodada. En esta época, las mujeres no podían asistir a la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes, por lo que sus padres decidieron contratar un profesor privado, para que Berthe pudiera ejercer su deseo de pintar. Normalmente, la educación y las aficiones de las mujeres en este tiempo, se fomentaban como medio de entretenimiento en las fiestas o eventos sociales. Sin embargo, para Berthe, esto era más que una afición, por lo que comenzó a involucrarse más en este mundo. Conoció a Manet, el cual la introdujo al grupo de los impresionistas, donde formó parte de la primera exposición en 1877. El impresionismo fue un movimiento artístico novedoso que revolucionó el mundo del arte, ya que este iba en contra de los cánones estéticos de la academia de arte en Francia. Por lo que incluir a una mujer dentro del círculo también fue considerado una maniobra insurgente. Su obra fue ridiculizada por muchos críticos al igual que lo fue la de los impresionistas, aunque nunca tuvo éxito comercial durante su vida, vendió más que Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir y Alfred Sisley.
La pintura de Berthe es importante porque retrata momentos privados dentro de la vida de la mujer. Como mencioné anteriormente, la figura femenina dentro del mundo del arte, tiende a ser superficial, endosiada y tomada como un objeto, un accesorio más. Pero Berthe logró demostrar a través de sus pinturas que las mujeres podíamos ser humanas, complejas y reales. Su pintura más emblemática “Mujer en su baño” retrata una sensualidad desde el punto de vista femenino, donde no es necesario desnudar a la protagonista para producir un sentimiento de erotismo. Asimismo tenemos la pintura “La cuna” donde se puede contemplar un autorretrato de ella con su hija, plasmando la maternidad de una manera delicada y dulce. Berthe siempre retrataba a las mujeres en lugares interiores y domésticos, ya que era donde las mujeres pasaban la mayor parte del tiempo. Incluso, Berthe no podía salir a pintar como los demás impresionistas, sin que un chaperón varón la acompañara, ya que estaba mal visto que una mujer fuera sola por la calle.
Berthe logró crear empatía por la feminidad en todas las etapas de su vida. Una mujer adelantada a su tiempo, que demuestra que las mujeres desde tiempo memorables, siempre quisieron ser comprendidas y valoradas. Les dejo algunas de mis pinturas favoritas: El comedor, la lectura, retrato de madre e hija en su lectura y el baño.
El blog fue escrito por Paulina Castañon , quien nos acompañará en el próximo podcast para conversar sobre el arte, los libros y su proceso creativo.
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