Inspiración, una mente creativa

Como persona creativa, ¿alguna vez te has sentido poco inspirado?¿ninguna de tus ideas te convence, sientes que lo que haces es poco original o carece de sentido? ¿Te frustras y renuncias en el momento, para no lidiar con el fracaso de no haber podido ser creativo?.

A veces esperamos que la inspiración se suelte como la manzana de un árbol, pero ocasionalmente esta proviene del efecto emocional sobre el cual estamos basando nuestra creatividad.

Tenemos que plantearnos el salir un momento de nuestras mentes, de lo cotidiano y mundano, de esta zona de confort que hemos creado a su alrededor, para poder explorar otro tipo de inspiración. Al hacer arte estamos dejando nuestro corazón y mente, ya sea dentro de unas palabras, una escultura, una pintura y hasta una canción. Pero no todo el tiempo tenemos corazón y mente para crear, nos sentimos vacíos en este mar de imaginación, sin poder ponerle nombre o cabeza.

Nos dirigimos a los grandes artistas, nos comparamos y nos obligamos a crear obras maestras, iguales o mejores. Sin embargo, hasta los más grandes artistas llevan una vida no solo llena de inspiración sino también de disciplina. Gabriel García Marquez era conocido por escribir todos los días de 9am hasta las 2pm. Cuentos, relatos, historias, etc. Sin pensar si eran buenas o malas, lo importante era escribir. Asimismo, el escritor Murakami cuando escribe una novela, se propone escribir 10 páginas diarias y luego tomarse las siguientes semanas para revisar y detallar.

Tal vez tengamos el tiempo de estos escritores para dedicarle 5 horas a nuestro arte, o tal vez sólo tengamos cinco minutos al día; cuando vamos de regreso a casa en el tráfico, los descansos entre tareas del trabajo, o antes de cerrar los ojos para el sueño profundo. La verdad es que cada persona puede manejar su tiempo como prefiera y así como se despierta todos los días también se puede ejercitar la imaginación y la creatividad.

Lo primero: Comenzar, tomar la decisión de empezar por un lugar, ya sea colocar el lienzo, los colores, o el lápiz junto a la hoja en blanco. Lo siguiente: dejarse llevar y no corregir, queremos tener resultados perfectos desde el primer derroche de color, una odisea escrita desde la primera linea, pero esto es como ir al gimnasio y esperar bajar de peso con tan solo cruzar la puerta. La mente debe relajarse, no pensar en lo correcto, derribar las barreras que se han puesto a lo largo del tiempo sobre lo que es “buen arte” o las mismas barreras mentales que nos hemos puesto nosotros mismos.

Otra manera de fomentar la creatividad, es poner atención a los detalles, si eres escritor puedes hacer descripciones sobre lo que ves, ya sea el describir una silla, una ventana o un vaso olvidado en la esquina de tu cuarto así como Cortázar escribió sobre el Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj. Dibujar o pintar lo mundano, si te pones a indagar en la historia del arte, te darás cuenta que existen muchos cuadros de naturaleza muerta y personas cotidianas, los cuales al final, terminaron siendo grandes cuadros que hoy podemos observar en los museos. Sin ellos no tendríamos Los Girasoles de Van Gogh o las Flores en un recipiente de madera de Jan Brueghel the Elder. De esta manera estaremos saliendo de nuestra zona de confort, porque podremos verla de otra manera, más específica, más importante.

Jan Brueghel - Flowers in a Wooden Vessel - (MeisterDrucke-15467)

En concreto, nunca sabemos cuando algo simple puede convertirse en una obra de arte. Sigue creando, imaginando y no dejes que el miedo al fracaso o tus propias ideas te detengan. El objeto no es hacer arte, es estar en ese maravilloso estado que hace que el arte sea inevitable. – Robert Henri

Paulina Castañon

Silvia Fallas

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